El musical que fue un éxito en Colombia en el 2013 regresa este año para presentarse dos semanas del 1 al 10 de agosto en el Teatro Colsubsidio. Las boletas ya están a la venta a través a través de todos los canales de venta de Tu Boleta.
Para el dramaturgo y director mexicano José Manuel López Velarde no fue solo presión lo que sintió cuando decidió crear el espectáculo musical Si nos dejan. También lo atacó el miedo por meterse con un producto cultural fundamental para su país: la típica música ranchera.
"Fue una responsabilidad muy grande porque esta música es casi sacra no solo para mí país sino también para Latinoamérica", dice López, quien para escribir este montaje, que se presenta desde hoy en el Teatro Colsubsidio, de Bogotá, se sentó a escuchar las canciones más reconocidas del género.
De allí empezaron a nacer los personajes que alimentarían esta historia. Paloma, la protagonista, está inspirada en las canciones mexicanas que llevan su nombre, como Paloma querida, Paloma negra y Cucurrucucú Paloma, estas dos últimas inmortalizadas en la voz de Lola Beltrán. El otro personaje principal es José Alfredo, que nació como homenaje al mítico cantante y compositor José Alfredo Jiménez. Los dos encarnan una historia de amor imposible: ella es la hija de uno de los hombres más ricos del pueblo, el Rey, y él es un humilde hombre que se enamora de la hermosa Paloma.
Además de los actores, en el escenario hay una orquesta de mariachis que interpretan casi 40 canciones de reconocidos artistas como Vicente Fernández, Juan Gabriel y Joan Sebastian. El montaje también rinde tributo a las películas de la época de oro del cine mexicano y a sus actores más recordados: Pedro Infante, María Félix y Jorge Negrete, entre otros.
Es una historia que apunta a la nostalgia de esa tradición cultural mexicana, pero que también se alimenta de la vanguardia con una puesta en escena que utiliza elementos contemporáneos como el mapping.
Gracias a este enfoque, los personajes interactúan con las proyecciones de video y pasan de estar en una hacienda a manejar un vehículo en la carretera destapada o simplemente tomarse uno que otro tequila en un bar.
Las proyecciones también ayudan a plantear otros matices de ese homenaje al cine. La historia se va transformando como lo hizo el séptimo arte en el siglo XX: comienza como una película muda, pasa a los diálogos, se vuelve technicolor y termina con algo similar al 3D.
Yhonatan Loaiza Grisales
Cultura y Entretenimiento
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Fuente: bogota.vive.in
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