A lo largo de la pieza se escucharán 50 canciones representativas del cancionero popular, sobre todo vernáculo. Participarán 32 actores y nueve músicos.
Arturo Cruz Bárcenas
Publicado: 24/07/2011 17:58
Publicado: 24/07/2011 17:58
“Es necesario cambiar la idea malinchista de que sólo el teatro musical extranjero tiene calidad. Ahora presentaremos una obra del género que estamos seguros les gustará y sorprenderá: Si nos dejan”, expresó el pasado viernes el productor de Ocesa Teatro Morris Gilbert.
En un recorrido vespertino por los camerinos del Teatro 2 del Centro Cultural Telmex, donde esta obra será estrenada el próximo 24 de agosto, se observaron los avances de la producción de la que Gilbert no quiso decir el costo, sin una razón convincente y argumentando que lo importante es lo que se verá, el arte. Participarán 32 actores y nueve músicos. Para realizar Si nos dejan, trabajan más de 200 personas en jornadas de ocho horas diarias.
La puesta es una simbiosis de los lenguajes cinematográfico y teatral. A lo largo de la pieza se escucharán 50 canciones representativas del cancionero popular, sobre todo vernáculo.
Habrá más de 80 cambios de escenografía; se instalarán diez pantallas para proyectar más de 200 imágenes.
Se verán 150 diseños para un vestuario integrado por más de 600 elementos. Las costureras tienen y tendrán una gran responsabilidad.
Gilbert definió a Si nos dejan como “el gran musical mexicano”La autoría y dirección es de José Manuel López Velarde, realizador del exitoso musical Mentiras, que podría escenificarse en Italia; el diseño escenográfico es de Jorge Ballina, quien explicó que el teatro se convertirá en un cine viejo abandonado.
El planteamiento consiste en que en un viejo cine palaciego, un día, se interrumpió la proyección de una película. Al paso de los años reinicia la proyección y el cine cobra vida.
En el prólogo, que se actuó para la prensa, por medio de claroscuros inicia el drama de amor, de un hijo arrancado a su madre, con la estética de los cielos captados por Gabriel Figueroa en cintas dirigidas por Emilio Indio Fernández.
El espectador verá elementos escenográficos como 100 butacas rotas, 300 latas y carretes de película, así como más de 8 kilómetros de celuloide; 50 cajas de embalaje de diferentes tamaños, letras de un anuncio luminoso, proyectores viejos, marquesinas, carteles y anuncios, andamios y escaleras y otros elementos de un cine abandonado.
Asimismo, hay cinco vagones con ruedas en los que los actores mueven objetos apilados y personajes de un lado a otro del escenario.
El tiempo es el de las haciendas, con paisajes de cerros, cantinas y sembradíos, hasta recreaciones completas y detalladas de ciudades como Puebla, Guadalajara y Acapulco; hay una animación completa del Mitlantecutli, o lugar de los muertos, donde transcurre una de las escenas clave de esta historia.
El trabajo de video lo realiza la empresa Darmah, cuyo productor es Rodrigo Proal, y cuenta con el respaldo de Gimena Amuchestegui y de Omar Vela, como responsable del proyecto.
En materia de iluminación, se utilizarán más de 100 lámparas de diferentes tipos e intensidades, colocadas estratégicamente para que no compitan, sino que se complementen con el video.
La primera parte del montaje cuenta con un diseño de iluminación basado en la época del cine post revolucionario, para lo cual se han creado los ambientes de películas en blanco y negro, como cuando éstas se transmiten en una vieja televisión casera; la segunda parte del montaje refleja la etapa del technicolor.
Los personajes principales, como Paloma y José Alfredo, tienen más de diez cambios y variaciones en su vestuario a lo largo de la obra.
Este será el montaje número 21 de Ocesa Teatro en 14 años de trayectoria.
López Velarde expuso: “Esta obra tiene música mexicana, pero no nació como algo que solamnente quisiera enaltecer lo mexicano, sin importar la historia y la obra de teatro. Esta es una pieza que sucede en México con estas canciones como Peter Pan sucede en Londres, y otras historias ocurren en ciertos países porque así debe ser para que sean contadas.
Si nos dejan no es un festejo de lo folclórico en sí, donde sólo vamos a ver qué bonito es México y sus trajes y música, sino que el núcleo es una historia, un musical.
“El México que estamos mostrando es el de la época de oro del cine mexicano, que forjó una imagen y una identidad que no había antes y que es producto de esas películas. Muchos mexicanos tenems una imagen de México por esas películas. Esta obra de teatro ocurre en los cuarenta con una mezcla de la Revolución. Es el pastiche que creó el cine. Ese México es el que estamos proyectando en Si nos dejan.”
Los protagónicos son una vuelta de tuerca del elenco de otras obras de Ocesa Teatro, que para Gilbert está probado en su capacidad.
FUENTE: www.jornada.unam.mx
No hay comentarios.:
Publicar un comentario