jueves, 25 de agosto de 2011

Si Nos Dejan... La vamos a querer toda la vida.


El teatro musical encanta, punto. Por ello es extraño cuando seduce como si no fuera espectacular o emocionante, lo natural en el género. Sucede con Si Nos Dejan, de los entretenimientos producidos por la División Teatro de OCESA, Federico González Compeán y Morris Gilbert capaces de provocar citas como: "El estreno del mes", "La obra más impactante de la temporada", "¡Disfrute del sentimiento ranchero y de la nostalgia mientras baila, canta y llora!" y después suscitar comparaciones con la rica herencia del tequila o mariachi, destacando su modernidad, calidad y valores de producción. Las frases de asombro asimismo producirían paralelismos históricos. Pero todo se quedaría corto. Si Nos Dejan es un parteaguas, un antes y un después. 

No sé si faltaba una puesta como Si Nos Dejan. Si que abrirá nuevos horizontes en el teatro de gran formato. Sus elementos, contenido y lenguaje podrían ofrecerse como vanguardistas si se intelectualizaran o si uno se concentrara en su tecnología, escenarios y tópicos. Pero antes ofrece lecturas que confluyen en un gran espectáculo, que logra que el público le dé rienda suelta a su imaginación.

Latifundio espacio/temporal

Inspirada en el género de la comedia ranchera que labró al cine nacional, Si Nos Dejan es una obra arriesgada en esta era veloz, por su composición y elecciones que toma. Sólo quedan pocos que vivieran la leyenda iniciada con filmes como Allá en el Rancho Grande (1936) de Fernando de Fuentes. Así es más interesante la manera como Si Nos Dejan actualiza sus orígenes y no sólo depende de la Época de Oro cinematográfica. Su historia narra una película abandonada con los personajes esperando revivir en el cinematógrafo y en el corazón del público. La sala es antigua pero si nos detenemos y observamos con atención, entendemos que no es vieja. Sería un fantasma en otros lados, no en nuestro país, menos con nuestro pasado. Por todo esto sus elementos parecen de una ciencia ficción futurista pero realista, destacando su concepción, dirección, producción y demás asuntos con menos alcance si no estimularan ese sentimiento inenarrable y sufrido cuando escuchamos: "Si nos dejan, nos vamos a querer toda la vida…" 

Su creación y concepto escénico es del joven y talentoso José Manuel López Velarde, el mismo de Mentiras, "divertitrágico" popurrí sobre la década, sonidos y cultura de los 80. También es el director de Casi, un Pueblo, de John Carini y ha estado en producciones de Ute Lemper o Philip Glass. Pero Si Nos Dejan es un salto cuántico que aprovecha la presencia de Leticia López, Mariano Palacios, Juan Navarro, Frida y María Filipini encabezando a más de treinta actores y a la esencia que dice: "Música... Misticismo... Mariachi... Magia... ¡México!".

Te llevo de la mano corazón y ahí nos vamos

El musical es un tributo a la grandeza del siglo pasado, pero también del presente. López Velarde nos comentó sobre su producción, elenco e historia. Es de un amor entre Paloma y José Alfredo –no Jiménez–, prohibido por extrañas razones que se descubrirán en el montaje. Es como la canción homónima. Igualmente sus personajes son "entrones" al estilo de María Félix o de los charros celosos. Inicia con un mariachi que ingresa al cine y despierta personajes durante años guardados en escenarios con magueyes, haciendas, etc. 

"Está construida alrededor de canciones folclóricas mexicanas. Pero su intención es la de ser un musical y no un show tradicional, como de ballet folclórico. Tiene una trama compleja, personajes. Conforme avanza lo hace como canción, pero una donde no entiendes perfectamente lo que sucede. La forma de hacer la obra fue sumamente interesante para mí. Es moderna, multimedia, diferente y apela a la imaginación del público. Es mágica y la gente tiene que descifrar su factura. Se desarrolla en un cine abandonado, donde los personajes empiezan a salirse de la pantalla porque quieren volver a contar su historia. Es innova
dora, creativa y diferente a lo que la gente podría imaginar".

Un mundo nuevo

López Velarde platicaba que buscó recrear una época imprecisa, alrededor de los años 40, de un cine que tuvo influencias del visionario Eisenstein –el del clásico ¡Que Viva México!– y era un pastiche de visiones de la época revolucionaria mezcladas con María Félix como una "Adelita Dior". El cine nacional fundó una estética de México que probablemente no existió. En sí, el montaje es un homenaje al cine e incluso inicia en blanco y negro y se vuelve a color. Su objetivo no es extrateatral. "En Si Nos Dejan hay una cuestión de sensación, emotiva (…). Es una historia de amor que apela al melodrama mexicano que ha educado sentimentalmente a la nación. Es como esa música que con sus acordes te pone la piel chinita…" La obra discurre en un gran escenario con interactivos manipulados por los actores. Se apoya en una investigación, lenguaje y ambiente de la época que describe, pero busca que el asistente se emocione como el que iba al cine hace 70 años. Sobre la producción, López Velarde mencionó:

"Es un espectáculo multimedia que está cimentado en el cine. Pero al mismo tiempo es un espectáculo teatral, que es lo que me gusta (…). En el teatro hay una participación del público. La gente tiene que poder creer (…). Es más interesante el monstruo que la audiencia se imagina que el que le impones"

Fuente: laguiatm.tv

1 comentario:

  1. Felicidades Lety, tenia más de 5 años que no sabia de tu trabajo como artista, fuiste de las mejores voces de la academia, por fin se te reconoce tu talento, fantastica puesta en escena. "Eres la mejor"

    ResponderBorrar